Findesemana
Dejando un rato de lado post más crípticos, vuelvo a lo concreto de revisitar algunos hechos recientes, más tangibles y sin tanta figurita. Ya estuvo bien de putos bolita, fosforitos que se queman y medialunas metafóricas, al menos por un rato. Bien. Como este fin de año me encuentra atareado con un cierre duro de proyecto y me voy a tener que olvidar de mi tradición de escaparme de Buenos Aires para la ocasión, aproveché el fin de semana y me colé en un casorio en Punta del Este, o mejor dicho, acepté la invitación como asistente consorte de Matías. Una compañera del colegio alemán, uruguaya de nacimiento como él, que vive fuera de Uruguay como suele ocurrir con los uruguayos. Hay menos uruguayos en Uruguay que en cualquier otra parte, pero eso viene pasando desde hace rato y no es tanta novedad. Así que ya que se venía la semana jodida aproveché arrancando ya sin dormir desde el viernes (Cumpleaños primero, luego Fiesta Brandon con Repa rompiendo corazoncitos) y le metí derecho al Bu...