festejos

Fue una semana de festejos. Varios. Arengado por catalanes de paseo, que de juergas saben mucho. Corolario: el viernes mi fiesta de cumpleaños, un fiestón de esos que quedan dando vueltas en la cabeza por un par de días, entre resacas y restablecimientos, llamados, saludos, preguntas sin respuesta. Un fiestón: más presencias que ausencias, más amor que indiferencia y sin demasiados devaneos donde cada cual hizo la que quiso, nada de miramientos ni cuidados excesivos.
Y la pasé bien porque creo que de a poco en el montón me voy entendiendo a mí mismo, como quien se mata cosechando el trigo, moliendo la harina, midiendo las proporciones, estirando la masa con el palote, controlando la temperatura del horno… y después deja todo como está y se mete en el primer Delicity abierto. Hot, Always Hot.
Es que cada vez confío más en el valor de la experiencia, en lo que se toca, en lo que se vivió, y siento que de algún modo voy sumando palitos. O quemando cabecitas de fósforos, que es casi lo mismo, visto desde otro lado… pero no me preocupo porque cuando agito la cajita todavía suena. Y mierda que me gusta agitarla, moverla y llevarla al límite, a ver hasta dónde aguanta, hasta dónde llego, hasta cuánto puedo esperar del mismo día sin hacerlo terminar. Y no importa si el domingo empezó en viernes mientras yo esté parado, pensando y procesando o por viajar. Lo que sí me importa (y ojo que no transo) es estar presente. He ahí el límite. Mientras esté yo conmigo, la fiesta sigue: si veo que me alejo, me llamo a un costado y me consulto, y tras un brevísimo diagnóstico agudo decido si seguimos otro rato o nos tiramos a dormir juntos…
Uf. La estilización de la carne al teclado hace estragos en la percepción, y aunque sé que muchos la prefieren, yo no. No me dejo acariciar por el empalague potencial del subjuntivo, dame indicativo, churrasco crudo, y pintalo como puedas…
En fin, la comedia é finita, fin de la semana de festejos. Ahora, a laburar duro. Pies en la tierra.

Bajando luego en el Tigre, directo desde la noche sin escalas. Buen descanso para arrancar semana en otro mood.