Don Quijote y Yo

Mi viejo, Eduardo, es el tipo de persona que hace planteos tales como: “Si tomamos por cierto el enunciado que dice que cuando una tostada se te cae al suelo siempre lo hace con la manteca para abajo, y también el que dice que los gatos siempre caen parados… habría que experimentar entonces qué ocurre si uno unta el lomo de un gato con manteca.” Es decir, un tipo de persona muy particular. Habla cuatro idiomas y nunca viajó más lejos que a Brasil. Estudió toda su vida y lo sigue haciendo, es Profesor universitario de Historia, casi abogado (le faltaban dos materias y se arrepintió), es Licenciado en Relaciones Públicas, poeta con dos libros escritos y sin embargo trabaja de visitador médico. “Es un trabajo que te permite estar en la calle todo el tiempo” su explicación. Y no me extrañaría que si se quedara sin laburo, se hiciera tachero. La libertad para él es un bien que atesora como ningún otro, especialmente porque nunca logró atesorar ningún otro bien más que ese, afectos y sapiencia. De guita ni hablar. No sirve para eso. Está de novio con mi Tía Silvia, la ex-mejor amiga de mi vieja, y tiene encima dos cardiocirugías, un cáncer eliminado y veintitrés intervenciones en articulaciones varias por culpa de un mal congénito de esos que le tocan a un boludo en dos millones, y lo ligó él. Je, es un tipo muy especial, no cabe duda. Le tocó tener Laxitud Congénita de Ligamentos. Una puta enfermedad que ahora lo tiene como a un adicto yendo a infiltrarse la médula cada mes para paliar el dolor, pero fue la misma que le permitió de pendejo ser dueño de una elasticidad envidiable y que él aprovechó para entrarle a cualquier deporte: Hizo esgrima, tai-chi-chuan, gimnasia deportiva, gimnasia artística, gimnasia en grandes aparatos, fútbol, vóley y hándbol. El año pasado quiso anotarse en un curso de piloto de ultralivianos y lo bocharon en el psicofísico, aunque prefiero no saber si la mitad que no aprobó fue la primera o la segunda. A cambio se puso a estudiar chino mandarín.
Como puede verse, esto no es una elegía ni mucho menos, aclaro un poco al pedo. Este tipo del que hablo tan bien por momentos es al mismo al que yo un día con nueve años de mocoso esperé con sangre fría que llegara a casa, le serví un café y pedí que se sentara, lo agarré de los brazos mirándolo a los ojos y le esputé: “sos un fracasado”, porque todos mis compañeritos del colegio en el que estaba becado se iban a Disney y yo pasaba las vacaciones en el campo en Castelli. Creo que ahí empezó a ir al psiquiatra nomás, y es el día de hoy que sigue yendo, depresivo crónico con altibajos. La frutilla de la torta que es su historia clínica: tiene una epilepsia latente, que se mantiene a tiro controlada con pastillas. Con los antiepilépticos llega a redondear los dieciséis comprimidos por día, entre inhibidores del dolor, anticefaleicos, antidepresivos, anticoagulantes, reguladores del colesterol y alguna pastillita azul que debe haber de seguro, ya que el sexo siempre fue algo importante para él. La mejor parte, es que así hecho una momia y todo no se queja nunca, no es de los hipocondríacos que creen tener todas las enfermedades: las tiene todas todas deadeveras posta. Yo salí sanito creo. Lo que sí compartimos es el tatuaje, vaya uno a saber por qué mecanismo extraño, habiendo tantas opciones de diseño para escribirme en el cuerpo tuve que elegir su “ETC.” en el mismo omóplato. Tenemos el mismo fucking tatuaje que me encanta y a la vez me hace sentir un aparato. Existirá en inglés la expresión "Tatoo after someone?" Claro que el mío es en un perfecto Times New Roman, mientras que el de él, un trazo de aguja casero con tinta china, a mano temblorosa y sin molde.
Ingercher Padre utiliza para su vida cotidiana un vocabulario bastante florido, todavía hoy aprendo palabras nuevas cuando converso con él. Por ejemplo, en casa utilizamos siempre “mondadientes”, el “vale” era moneda común, y nunca había gritos ni peleas, a lo sumo "exabruptos eventuales" y "altercados domésticos ad-hoc". El embrollo que surgía y sigue surgiendo es su no capacidad de discernimiento de idiolectos frente a quién está hablando, y aunque algunos no se calzan el sayo que quizás les correspondería, otros se ofenden y lo tildan de soberbio, aunque son los menos. Es que es un tipo que usualmente cae bien, y de última pasa por un poco hinchapelotas. Y lo es, eh. Tan hinchapelotas como para lograr que yo aprendiera a leer cumpliendo los tres años, pero a la vez tan considerado como para negarse otros tres años más tarde a que me castearan para un colegio para chicos “especiales” y se lo agradezco infinitamente. Nivelación para abajo quizás, pero nivelación al fin.
Hace unos años fui a visitarlo a su casa (No soy la clase de hijo que visita a sus padres muy a menudo, voy mucho menos de lo que se considera correcto en término promedio) para ponerlo al tanto de las novedades en cuanto a mi vida sexual, que no se veía venir para nada. Fui Informe Kinsey en mano, con dos revistas especializadas en el tema y un estudio sociológico de dudosa procedencia pero suficientemente serio como para calmar con datos la ansiedad que sabía iba a generarle. O datos o una úlcera, es así en su caso: la información le alivia el alma y se la distrae por un rato. Su primera respuesta fue clara y tajante: "Hijo, no es lo que hubiera elegido para vos, pero dadas como están las cosas, me parece que ninguno de los dos puede elegir demasiado al respecto. Quiero que seas feliz y voy a respetar tu orientación, pero te pido tengas la delicadeza cuando estés... digamos con alguien, de presentármelo como un Amigo si nos cruzamos." Uf, no había estado tan mal después de todo, y ese no era momento para echarle más leña a su estómago... pero a la semana siguiente cuando fui a devolverle el auto, tomé el recaudo de ir muy acompañado, éramos seis flacos en el Corsa. Al momento en que se acercó a la ventanilla, lo presenté, muy delicado yo: Este es Eduardo, mi viejo. Pa, te presento: un Amigo, un Amigo, un Amigo, un Amigo, y un Amigo."
No hace falta aclarar que ahora es él quien me pregunta por cómo anda mi novio, o lo llama directamente si necesita algo.

Esta presentación no viene a cuento de nada. Mi viejo no se murió ni está por, o igual que siempre, nunca se sabe. Ocurre que la semana pasada cumplió sesenta y un años y nos juntamos con él y mis hermanos a festejar en el casino y estuvo muy bien, salimos hechos. El black jack y el poker se ocuparon de recuperar lo que la rula nos hizo perder, y para cuando llegué a casa y me largué a escribir al respecto, el personaje le fue ganando por varios cuerpos a la anécdota en sí. Y eso que la anécdota estuvo bien, eh! Hasta volvimos medio borrachos cantando los cuatro en el auto, cliché absoluto, incluso teniendo absoluta conciencia de que lo era. Es que yo creo que los clichés nacen como tales después de haber sido carne en muchos cuerpos distintos, y son eso, nada más que momentos agradables que a fuerza de reencarnaciones se vuelven remanidos y toman un cariz despectivo observados en tercera persona… pero vivir un cliché desde adentro es lo más.
Adjunto abajo trascripción de uno de sus poemas, de esos que me regalaba para mis cumpleaños pre-adolescencia. Después me pregunto por qué a veces soy enroscado.
Don Quijote y Yo
Se me hace a cada instante más difícil
desdoblarme infinitamente
en tantas caras como sea necesario
para mantener diariamente el precario
equilibrio de tantas mentes en un solo cuerpo.
Se me hace a cada instante más difícil
ignorar lo ignorable y lo superfluo
y analizar razonable y tristemente
que los molinos de viento ya están muertos.
Para cada Quijote,
para cada Rocinante,
hay una realidad de Sancho como un ancla
que da sin piedad en tierra con su cuerpo
devolviendo a la realidad alucinante
de lo que ha sido un soñador, tan sólo un peso muerto.
Se me hace a cada instante más difícil desdoblarme.
Estoy cansado.
Queda del Quijote la armadura solamente,
rota la lanza, perdido el escudo
lo ha derrotado Dulcinea del Toboso.
Ella ha vuelto a ser aldeana, y él... demente.
E.I.
Comentarios
Te acuerdas la del amigo?????http://doblejuego.blogspot.com/2005/12/de-nios-terribles.html
y una pregunta, no quiero caer pesado pero no salgo de la impresión... en la foto del casamiento de tus viejos, en el extremo inferior derecho hay una señora muymuymuy bronceada... ya existían solariums????... no sé, explícanos porfa.
Volviendo al post!!! Me encanto!!! el poema de tu viejo y lo que vos decis de el. Un personaje entrñable parece!!
Besitos!
Saludos, buen post.
Por otro lado, pienso exactamente lo mismo de los clichés, la belleza de una rosa es altamente discutida en muchos ámbitos, pero si se experimenta la belleza de la flor aislando externalidades, podrán descubrirlo.
Abrazo Pablo!!!
Un grande el tipo
Abrazo.
2. me pareció muy dulce toda la descripción.
3. no creo que haga falta aclarar que no es tu culpa nada de lo que le pasa a tu viejo. ni siquiera tu planteo que supestamente lo mandó al analista
4. sos muy muy valiente por escribir este post. yo no me animaría a imitarte.
5. andá a visitar más a tus viejos.
te quiero pablín
A mí también me querían mandar a un colegio especial, pupilo, donde me tengan cagando para estudiar, pero al final gané yo y me dejaron tranquilo.
y no es pablo
que fuerte
OK, me lo merezco por ser el mayor y haber monopolizado el ingercher@hotmail y el ingercher@gmail .
un beso grande.
eso me gano por ser el más nerd de la flía
al menos lo era. ahora germán es más compu que yo. pero yo sigo siendo más nerd.
Creo que a tu viejo le gustaría mucho lo que escribiste sobre él. Te juego que se le pianta un lagrimón.
Slds
parace una nota de maestra de primaria..
ojala te gustaran las chicas, mejor dicho, ojala los chicos que gustan de chicas, sean como los chicos que gustan de chicos, asi de inteligentes,a si de claros, a si de besables.
La descripcion que hiciste de tu viejo es sublime, realmenté me emocioné...
Te puedo asegurar que con todos los "defectillos" tenes mucha suerte por el viejo que tenes...anda a visitarlo mas seguido
Te seguire leyendo.
Ferrara ;)
me pareció muy real, tierno, bien escrito, divertido.
y bueno, uno tiene que decirlo.