Teoría de Charlie
Charlie, un amigo que voy aprendiendo a querer a la distancia me decía que
Yo separo la vida en momentos de disfrute y momentos de construcción, y hay etapas cíclicas necesarias entre uno y otro que hacen que todo sea más divertido. Estoy estudiando el período del ciclo y hoy creo que lo mejor es un ciclo de un año y medio, pero sigue en estudio, digamos que solo tengo confirmada la desestimación de la hipótesis de una vida joven de construcción para una jubilación de disfrute.
Ese puntapié inicial me disparó una serie de pensamientos que derivaron en desacomodar esa especie de paz interna que hacía que la fiaca le ganara al blogger... y me llamé, como hago de vez en cuando, a mini reflexión. No saqué mucho en claro, pero se cayeron un par de cosas por au propio peso. Evidentemente mi blog reflejó algún tipo de ciclo, un ciclo de gestación humana por duración. Arranqué escribiendo nueve meses al hilo con cierta regularidad, y de golpe pluf! parí espontáneamente un parate de dos meses, una pequeña licencia por maternidad de vacío. Casualidad? Veremos de acá a marzo 2007.
El separar la vida en ciclos como si todo pudiera graficarse en ejes cartesianos y ondas sinusoides que van y vienen tiene un beneficio activo por sobre otros modelos geométricos de pensarse: todo va y vuelve, pico pozo pico pozo y si ahora no me siento del todo bien, pero remo con ganas, estoy seguro de que voy a llegar al otro lado. Ahora, el cénit de felicidad en ese vaivén de sensaciones puede llegar en uno u otro momento, ya que cuando uno se hamaca no siempre llega igual de alto. Eso depende de cuán fuerte se empuje cada vez que se pasa por el medio. Y ahí llegamos al punto más interesante en la Teoría de Charlie, el llamado a Reflexión Automática: DE QUÉ LADO ESTÁS?
Mi primera reacción fue pensar que estoy estirando demasiado el lado del disfrute... Veamos: me acabo de mudar -solo, sin flatmate por primera vez- a la casa que buscaba desde hace años, empecé a practicar y estudiar una disciplina que me va interesando en el plano espiritual, confirmé espaldarazo laboral al que le doy masa los días de semana para poder reventarme de un modo muuuuy terrenal los fines, aumenté mi cuota de laburo social no remunerado, sigo entrenando duro en vistas al segundo dan, reafirmé Matías (este mes 3 años y la concha del mono)... Y ahí me di cuenta de que en realidad el disfrute en este caso lo voy mechando en el mismo período de construcción, casi en el mismo acto... y se me caen los ciclos al piso. Y me cago un poco en eso, porque me hubiera encantado adherir sin peros al enunciado, pero otra vez más, ante cualquier intento de asir un poco la cosa por el mango se me va de las manos y termino generando un nueva interrogante para cada conclusión. Así que acá ando, escribiendo boludeces desde la deconstrucción, here I go again. Al menos el ejercicio fue desanquilosante y metí un post. Gracias Charlie!
Yo separo la vida en momentos de disfrute y momentos de construcción, y hay etapas cíclicas necesarias entre uno y otro que hacen que todo sea más divertido. Estoy estudiando el período del ciclo y hoy creo que lo mejor es un ciclo de un año y medio, pero sigue en estudio, digamos que solo tengo confirmada la desestimación de la hipótesis de una vida joven de construcción para una jubilación de disfrute.
Ese puntapié inicial me disparó una serie de pensamientos que derivaron en desacomodar esa especie de paz interna que hacía que la fiaca le ganara al blogger... y me llamé, como hago de vez en cuando, a mini reflexión. No saqué mucho en claro, pero se cayeron un par de cosas por au propio peso. Evidentemente mi blog reflejó algún tipo de ciclo, un ciclo de gestación humana por duración. Arranqué escribiendo nueve meses al hilo con cierta regularidad, y de golpe pluf! parí espontáneamente un parate de dos meses, una pequeña licencia por maternidad de vacío. Casualidad? Veremos de acá a marzo 2007.
El separar la vida en ciclos como si todo pudiera graficarse en ejes cartesianos y ondas sinusoides que van y vienen tiene un beneficio activo por sobre otros modelos geométricos de pensarse: todo va y vuelve, pico pozo pico pozo y si ahora no me siento del todo bien, pero remo con ganas, estoy seguro de que voy a llegar al otro lado. Ahora, el cénit de felicidad en ese vaivén de sensaciones puede llegar en uno u otro momento, ya que cuando uno se hamaca no siempre llega igual de alto. Eso depende de cuán fuerte se empuje cada vez que se pasa por el medio. Y ahí llegamos al punto más interesante en la Teoría de Charlie, el llamado a Reflexión Automática: DE QUÉ LADO ESTÁS?
Mi primera reacción fue pensar que estoy estirando demasiado el lado del disfrute... Veamos: me acabo de mudar -solo, sin flatmate por primera vez- a la casa que buscaba desde hace años, empecé a practicar y estudiar una disciplina que me va interesando en el plano espiritual, confirmé espaldarazo laboral al que le doy masa los días de semana para poder reventarme de un modo muuuuy terrenal los fines, aumenté mi cuota de laburo social no remunerado, sigo entrenando duro en vistas al segundo dan, reafirmé Matías (este mes 3 años y la concha del mono)... Y ahí me di cuenta de que en realidad el disfrute en este caso lo voy mechando en el mismo período de construcción, casi en el mismo acto... y se me caen los ciclos al piso. Y me cago un poco en eso, porque me hubiera encantado adherir sin peros al enunciado, pero otra vez más, ante cualquier intento de asir un poco la cosa por el mango se me va de las manos y termino generando un nueva interrogante para cada conclusión. Así que acá ando, escribiendo boludeces desde la deconstrucción, here I go again. Al menos el ejercicio fue desanquilosante y metí un post. Gracias Charlie!
Comentarios
Ahora siento que debo explicarme más para ser comprendido y quitarle el velo de blanco o negro a la cosa.
Claro que mientras se construye se disfruta, y mientras se disfruta se construye!!simplemente los ciclos estarían definidos cuando cambia el predominio de uno sobre el otro.
For instance: un período de la vida de uno en que resigna ciertos placeres porque sus obligaciones se lo impiden, es necesariamente de construcción: estudiar para exámenes, trabajar de más para lograr algo mejor, levantarse temprano para ir al gimnasio. En cambio, hay etapas en las que el disfrute logra el primer puesto de la escala de preferencias: año sabático con o sin viaje, salidas y muchas salidas a costa de bajo rendimiento académico, laboral o cerebral, tardes y noches de tv, dvd o cualquier otro mecanismo de ocio indoor no creativo a cambio de un estado físico deplorable, etc...
Yo creo que si uno no es consciente de que es necesario un cambio de ciclo cada x período de tiempo, el no cambiar te hace necesariamente infeliz, por zarpado o por estúpido...
Y sabés que, yo también estoy aprendiendo a quererte, SOONSOOOOO.....
Saludos y suerte en tu nueva casa.
Mi opinión y para tratar de sostener a la "Teoría de Charlie" es que los ciclos pueden darse no a "nivel vida" sino que en diferentes ámbitos. O sea, podés estar en época de disfrute en el laburo, y simultáneamente construyendo algo que pagará a futuro en tu hobby. Lo bueno de esto es saber que existen ciclos, más que comprobado empíricamente en la historia argentina.
Se podría pensar a los ciclos superpuestos ¿o no?
Creo que el problema es -como en tantos otros ámbitos de la vida- no ser conciente del ciclo, no ser conciente de que así como hoy estamos acá y ayer estábamos allá, mañana podemos estar en cualquier otro lado. Una de las cosas que más me llama la atención en la gente que tiene problemas psiquiátricos es cierta cristalización que hacen de casi todo, se niegan al cambio, se niegan el cambio.
Bueno, estoy diciendo pavadas así que chau.
Pensadas tridimensionalmente, las mismas trazas podrían unirse entre sí, digo, la boca con la cola; y repetir un ciclo más en una tercera dimensión. ¿Quién me asegura entonces que en lugar de avanzar no esté retrocediendo ¿Cuántas veces he de empezar de nuevo?
Y tal vez la vida es eso; pero prefiero el azar y la incertidumbre y el desafío o el confort según me de la regalada gana o las circunstancias se impongan.
Saludetes,
además todos tenemos ciclos anímicos, los valles simplemente son declinaciones relativas a los picos que se logra en otros momentos. por eso cada uno tiene tremendos problemas que para el de al lado serían una panacea.
un abrazo
Cuando lo lea le comento (si tengo un aporte, claro está).
Mis más carnales saludos.
En cuanto a la construcción y el disfrute, creo que falta uno: destrucción.
mi teoría de los ciclos es que vienen de a tres.
otra cosa: creo que nada puede construirse si no es a partir del disfrute, es más, creo que uno no debería hacer NADA si no es disfrutándolo.
mejor estarse quieto, esperar, algo vendrá y encenderá tu chispa divina.
el disfrute no es un derecho a ser ganado con el correr de los años ¿a quién le sirve un peine cuando no te queda pelo? (sorry tomatito jojo)... digo, me parece que es un deber para con uno mismo.
y GRACIAS por la velada.
Pero hace poquito rompí ese ciclo y estoy en una espiral ascendente. No sé cuanto va a durar, pero tampoco tengo miedo ahora a la altura. Aunque los porrazos son inevitables, creo.